Malbec
De Uva Criolla a Emblema Global
4/11/20252 min leer
El 17 de abril es más que una fecha simbólica: es una excusa perfecta para reflexionar sobre el camino del Malbec y su transformación, de variedad relegada a ícono internacional. Desde Winifera queremos rendirle homenaje con una mirada profunda, crítica y propositiva, útil para quienes trabajan cada día en el mundo del vino.
Una cepa, muchos comienzos
Originario del sudoeste francés, donde formaba parte de los vinos de Cahors, el Malbec nunca logró consolidarse plenamente en Bordeaux. Fue en 1853 cuando Michel Aimé Pouget lo introdujo en Argentina, un gesto casi anecdótico que, con el tiempo, cambiaría la historia del vino sudamericano.
En Mendoza, el Malbec encontró su segunda patria. El clima seco, la gran amplitud térmica y los suelos variados de los Andes no solo lo acogieron: lo elevaron. De rendimientos altos y vinos rústicos, a expresiones elegantes, vibrantes y profundamente ligadas al terroir.
El Malbec moderno: territorio, identidad y técnica
En las últimas dos décadas, el trabajo agronómico y enológico ha dado un giro: selección masal, plantaciones en altura, manejo de suelos, conducción y microvinificaciones han logrado delinear un perfil más preciso del Malbec argentino. Ya no se trata solo de potencia, sino de textura, tensión, tipicidad, frescura y origen.
Las zonas como Gualtallary, Paraje Altamira, Los Chacayes o El Cepillo ya no se mencionan como novedad, sino como sello de origen. Se ha pasado de hablar del Malbec como varietal dominante a entenderlo como intérprete del paisaje.
Datos que hablan
Más del 85% del Malbec del mundo está en Argentina.
Hay más de 44.000 hectáreas plantadas con esta variedad solo en el país.
Representa cerca del 40% de las exportaciones totales de vino argentino.
Hoy, se exporta a más de 100 países y es un nombre familiar en cartas de restaurantes, vinotecas y concursos internacionales.
¿Y ahora qué?
El Malbec ha madurado como cepa, y también como marca país. El desafío ya no es solo mostrar calidad, sino renovar el mensaje. Mostrar diversidad, orígenes, estilos, filosofía de elaboración y voces nuevas.
La comunidad del vino tiene la responsabilidad (y el privilegio) de seguir cultivando su prestigio. No con repetición, sino con profundidad.
Desde Winifera te invitamos a celebrar este 17 de abril con orgullo, pero también con visión. Porque el Malbec ya es global. Pero su futuro se construye desde casa.

